Dejé de serlo. Señora por edad. Treintañera de mentalizado y negarme a conformar mi ser a otra cosa que no ame.
900km después, después del destierro emocional, y el futuro de olvido de quien marcó y me
dió forma y persona, moldeó e hizo mujer igual que ella, de formas ondulantes y cabezota.
Decía que después de asumido por causas de fuerza mayor, vine al sur.
Aún hay mucho más para la distancia, pero me gustó aquí.
Ya es mi barrio. Conocen a la que soy por lo que hago, ni oídas ni equívocos ya vívidos.
Y me sentí limpia
Y conocí. Me marcó como hace mucho no ocurría. 5 citas y una casualidad.
Después el silencio. Y me vuelvo a sentir chica... Insegura. Arrancada sin explicación. No sé si es fácil olvidar ésto. Chica, a mí no me sale. Y no puedo decirlo en voz alta.
He mentido a los demás. A mí trato de escondermelo. Adiós tilde. Éso debí ser. Ni punto y seguido.