Espacios reconditos y escondidos
iluminados ahora
abro la ventana y entra la luz con el viento, sonando...
no es tristeza, es esa cadencia de esta cancion que vivimos
intuiciones, sensaciones,albores impensables hace unos meses
abro la ventana y entras tu
siempre
tu
primero tu, cuando abro los ojos o los cierro, aunque no quiera convocarte
aquí lo confieso
así lo confieso
a ti sin mirarte, a ti sin tocarte, sin dejar que me toques o me mires, porque cuando lo haces, solo soy liquido, no hay palabra que pueda traducirme aunque me preguntes y yo solo sonria, y tu ya sepas antes de preguntar
que me limpias, y me quitas, y me convierto en algo mas primitivo y mas sincero, y mas real y mas tuya que nunca
y mia, porque me devuelves la que soy
viernes, 8 de enero de 2010
martes, 29 de diciembre de 2009

El viento me revolvia el pelo. La ventanilla del coche un poco bajada, y el aire entrando y alborotando.
ya se que para viajar, no hacen falta pasaportes, ni grandes destinos, ni dias por delante
esta tarde, en tu coche
viajaba
de un estado de animo a otro, de algo que me agobiaba a liberarme
los semaforos nos hacian parar, pero yo seguia yendome... contigo
lunes, 21 de diciembre de 2009

Regalame el instante en que me miras , parate ahi, y piensame.
Piensame seriamente. Trata de entenderme. De saber los porques.
Te lo hago facil, tan facil...
Ni uno solo de los momentos que compartimos estan vacios.
Yo no puedo pedirte. No quiero pedirte.
Y tu me estas dando
me regalas tu escudo, para guardarlo con mis armaduras, las que habia ajustado tanto.
me besas, con tus palabras, con tus manos, con tus labios, con tus ojos, y me enseñas a besarte así
me escuchas, y haces que mis palabras busquen tu sonrisa, tu complicidad, tu curiosidad o tu deseo, y mis palabras ganan cuando son para ti
me cuentas, historias de la historia o la tuya. Cómo eres cuando no estoy contigo, cuando trabajas o cuando eras el loco que ahora sólo asoma, al que sonrío.
vas dibujando en mi, como yo en ti.
No somos los que se conocieron ya. Has calado en lo que yo era y lo estás transformando. He cambiado alguno de tus planes, alguno de tus jamás por algún contigo,
se me olvidan los no cuando estoy contigo.
Se me olvida quien era, cuando no era contigo.
viernes, 18 de diciembre de 2009

Gioconda Belli - No me arrepiento de nada
Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
-en horas de oficina-
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.
lunes, 30 de noviembre de 2009

Podría parecer, que lo que escribo solo viene aderezado de deseo.
Podría.
Pero mi forma de contarte, entre sudor y roce de caderas ,abrazos y sonar de sabanas, ha sido mi forma de conocerte.
Amantes.
Te he descubierto entre besos, he aprendido de ti en lo que hablábamos después de hacer el amor y justo antes.
También en lo callado.
Y cuando no hablábamos, ocupadas bocas y cuerpos. Tardes enteras, contigo, para olvidar fines de semana eternos, sin ti.
Te quiero.
Dejándonos llevar, hemos llegado a decirlo. Primero bajito y con miedo, ahora... los te quiero son código que resume todos los te necesito, te echo de menos, me gustas, me gusta compartir contigo, me gusta quien eres.
Me gusta quien soy contigo.
martes, 10 de noviembre de 2009

unificar unir yuxtaponer acoplar adjuntar adosar aglutinar agregar anexar anudar arrimar articular aunar añadir conectar empalmar enlazar estrechar fundir fusionar juntar ligar pegar reunir soldar acordonar acotar cercar ceñir circunscribir encerrar envolver rodear amarrar embalar empaquetar enrollar liar sujetar aprisionar inmovilizar trabar vendar encadenar esposar maniatar
y aún asi...
quizás por eso
martes, 3 de noviembre de 2009

Me pides letras, me dices que quieres leer lo que me haces sentir
y lo lees
en mis ojos cuando te bailan, indiscretos, en el penultimo beso,
en esa caricia que se me escapa hacia tu pezon, desde tu pecho
en el calor que desprendemos yo y mi cuerpo cuando rozan,
cuando muerden pero no,
cuando siento que aun puedo acercarme mas, aunque ya me beba tu aliento
Palabras que se encadenan en escalofrios, gemidos que planean en tus dedos, en tus manos.
Acariciar tu cara, besar tu cara, ver tu cara tan cerca, amar tu cara, aprender tu cara. Abrir los ojos, y verte.
Sólo me salvan de tí, las palabras que aún no se han inventado.
Las otras, las que te digo y pienso, las que me lees y las que me arrancas, las que te regalo o se me escapan, las que temo o niego
van contigo
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